Luego de ser eliminado de Combate por haber tenido un altercado con Paolo Trujillo en el interior de un restaurante, Mario Irivarren recibió órdenes de la producción del programa antes de ser reintegrado a la competencia, él tendría que cumplir con trabajo social.

Como parte de las horas de trabajo social que tenía que cumplir, Mario Irivarren buscó a la alcaldesa de Barranco para pedirle unirse al cuerpo de serenazgo de su distrito, ella accedió y al combatiente se le otorgó una patrulla para que vigile las calles de la ciudad.

Además de ayudar a las personas en sus labores diarias, Irivarren acompañó a los constructores de la remodelación del Puente de los Suspiros, atendiéndolos en lo que necesiten y cuidando los implementos que utilizan durante el proyecto. Pese a esto, la Reina Madre aún lo mantiene en espera para dar su veredicto final.