El último deseo que pidió Loana fue conocer a los integrantes del equipo Rojo de Combate, quienes se reunieron con ella días antes de que la pequeña falleciera víctima de una serie de mortales cánceres que la afectaban desde hace años.

Mario Irivarren fue el primero en sorprender a la pequeña en un día lleno de emoción y alegría, el cual vivió en el estudio del reality junto a sus combatientes favoritos, quienes en todo momento se acercaban para abrazarla, besarla y darle todas las muestras de apoyo y amor incondicional que podían.

Los médicos de Loana habían informado a sus padres que su vida llegaba a su fin. No existía forma de curarla de todos los males que la acongojaban, y los tratamientos que recibía era casi inútiles para luchar con las más de 3 clases de cáncer que tenía dentro de ella. El pasado sábado, Lona falleció dejando un claro y fuerte mensaje para todo el que la conoció, “Siempre lucha hasta el final”.