Don Alejo (Roberto Moll) vio su engaño desbaratado por el doctor Carlos Cabrera (Orlando Fundichely), quien en una visita para controlar su salud se dio cuenta de que el padre de Charo (Mónica Sánchez) no tenía ningún problema de salud.

Al verse al descubierto, Alejo suplicó al doctor Cabrera que no le diga nada a Charo, pues lo único que intentaba hacer al mentir sobre su salud era recuperar el amor de su hija, de quien estuvo separada tantos años.

Compadecido del hombre que podría haber sido su suegro, Carlos aceptó callar con la condición de que el equivocado hombre le revele toda la verdad a su hija.

La situación se complicó aún más cuando Charo exigió al doctor que le revele el verdadero estado de salud de su padre, poniendo en aprietos al médico.

Como se recuerda, Charo venía dando toda clase de cuidados y atenciones a su anciano padre, quien casi fue descubierto por Lucho (Bruno Odar), por lo que tuvo que fingir una caída en el baño.