En una íntima reunión familiar, don Alonso Romero, Francesca (Yvonne Frayssinet), don Bruno (Luis Ángel Pinasco), Nicolás (Andrés Wiese) y Ariana (Gisela Ponce de León) se juntaron para ultimar detalles de lo que sería la esperada boda.

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Incluso, el padre de Ariana les prometió como regalo de bodas su nidito de amor, noticia que hizo estallar de alegría a Nicolás.

Cuando Nicolás confesó que le gustaría tener dos hijos más, fue que Ariana explotó y les pidió a todos que no continúen hablando de la boda, pues ella aún no está segura de dar ese paso.

Pero, muy aparte de sorprender a Nicolás con su revelación, Ariana aprovechó el momento para expulsar todo lo que tenía dentro suyo y pedirle a su padre que, por primera vez en su vida, la deje decidir.

Ariana derramó algunas lágrimas de frustración y luego se refugió en el cuarto de su pareja. Al no abrir la puerta, generando preocupación a los demás, Nicolás consiguió una escalera, ingresó por la ventana y logró hablar con su amada.

Nicolás comprendió que Ariana es una chica fuera de lo convencional y le prometió no hablar de matrimonio y solo vivir el presente.

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De hecho, ya fuera de su casa de Las Lomas, Nicolás sorprendió a Ariana arrodillándose frente a ella y, cual pedida de mano, el hijo de Isabella le pidió a la pelirroja “no casarse” con él y vivir su presente al máximo sin pensar en el futuro. Como era de esperarse, Ariana aceptó con una sonrisa en el rostro.

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