Según contaron las actrices de Al fondo hay sitio; Valeria Bringas, Chiara Molina y Kukulí Morante, fueron timadas por el empresario Ramón Deza, cuando integraban en grupo infantil Fantabuloso.

En entrevista para A las once, las actrices explicaron que confiaron en Deza, quien indicaba que el dinero ganado por las presentaciones se los depositaría en su cuenta. Sin embargo, esto no sucedía. Incluso, en más de un momento les indicó que ya hizo efectivo el pago, siendo esta afirmación falsa.

Erick Elera también salió al frente, quien según cuenta se libró de trabajar con Deza, pero sí le hizo quedar mal con una empresa.

Kukulí Morante denuncia que el empresario le debe hace más de dos años, por lo que le pidió que recapacite porque ella siempre actuó de buena voluntad.