Según se detalla en los datos de BPI, la música rock acaparó el 33,8 por ciento de las ventas totales de álbumes, es decir; un 2,5 % más que el año anterior, y adelantó al estilo pop que consiguió un 31 % del mercado.

El álbum “Time”, del británico Rod Stewart, fue el más vendido, seguido de la banda de “indie rock” Arctic Monkeys, con “AM”, su quinto álbum de estudio, y “Bastille”, el conjunto del sur de Londres con su trabajo titulado “Bad Blood”.

La música “dance” también registró una importante subida en la venta de álbumes el pasado año, con un total del 8,3 %, su mayor incremento desde 2006, debido a la producción local de artistas como Rudimental, Disclosure y Calvin Harris.

La música “MOR”, o “easy listening” (fácil de escuchar), que abarca diferentes géneros como el pop tradicional, canciones melódicas e incluso jazz, recaudó el 8,1 % en el mercado de los álbumes, guiado por los lanzamientos de gigantes de las ventas como el británico Robbie Williams y el canadiense Michalel Bublé.

La música pop mantuvo el liderazgo en la venta de sencillos en 2013, cuando registró el 36,2 % de las ventas totales, liderados por las cantantes estadounidenses Katy Perry y Pink, junto con Elie Goulding, la última revelación del pop británico.

Los artistas de rock vendieron en conjunto un 21,4 % de los sencillos, seguidos por la música dance que consiguió un 16,1 % impulsado por el éxito del grupo de música electrónica Daft Punk y Avicii.

Un portavoz de BPI comentó que, “mientras el atractivo del pop se mantiene de forma constante, la popularidad de la música rock tiende a decaer y remontar, lo que refleja un entusiasmo que le puede llevar a emerger rápidamente en base a nuevas prácticas”. EFE