La Tribuna Norte de la Universidad San Marcos recibió a uno de los artistas más importantes de la década de los ochentas, y una de los mayores referentes del rock en español. Jorge González revivió a Los Prisioneros en un concierto que hizo saltar a miles de personas.

El espectáculo arrancó a las 8:00 de la noche con la presentación de Miki González quien, dejando atrás las consolas y tornamesas, interpretó sus temas más rockeros y con los que saltó a la fama. Canciones como ‘Lola’, ‘Akundún’, ‘Chicles, cigarrillos, caramelos’, ‘Vamos a Tocache’, entre otros, empezaron a calentar la fría noche.

FUERZA PEPE VÁSQUEZ

Cerca de las 9:30 de la noche, le tocó el turno al grupo Río, quienes agregaron a su presentación, unas palabras de aliento al criollo Pepe Vásquez, quien sufrió la amputación de su pierna por la diabetes que padece. Los peruanos también hicieron los suyo con himnos como ‘Contéstame’, ‘Estar en la universidad’, Todo estaba bien’, ‘Lo peor de todo’, ‘Carol quiere un viaje a Londres’, y algunas sorpresas, como un medley de canciones de rock en español.

Pasadas las 11 de la noche, Jorge González subió a escena con su banda, atrincherado en un órgano eléctronico. ‘Sexo’ fue la primera rola que encendió al público. “Buenas noches Lima. Gracias por invitarme nuevamente”, dijo el chileno para interpretar ‘Paramar’, ‘Fé’ y ‘We are south american rockers’.

Luego fue el turno de la canción emblema de toda una generación ‘La voz de los 80’ sonó para todo San Marcos, con una masa increíble de gente saltando y cantando.

QUE HUMALA VAYA A LA GUERRA

Una de la características de Los Prisioneros es el grito libertario y la protesta en sus letras. Esta noche no fue la excepción y en la canción ‘No necesitamos banderas’, Gonzáles modificó la letra y agregó: “Que vaya a la guerra Sebastián Piñera… que vaya a la guerra don Ollanta”.

La noche continuó con grandes éxitos como de antaño como “Por qué no se van”, “Tren al sur”, ‘Estrechez de corazón’, ‘Papapa’ y la baildísima ‘El baile de los que sobran’.

El concierto duró cerca de una hora y media. González paseó por lo mejor de Los Prisioneros y nos regaló una noche con olor a nostalgia. ‘Que muevan las industrias’ y ‘Nunca quedas mal con nadie’ fueron las canciones elegidas para cerrar con broche de oro la velada.

Robinson Reyna