El cantante español abrió los conciertos de la tercera fecha de Viña del Mar 2013, en una noche donde repasó los mejores éxitos de su larga discografía y celebró 35 años dedicados a la música.

Bosé, quien se presentó por novena vez en la Quinta Vergara, agradeció el cálido recibimiento del público. “Este es el templo de la música latina”, añadió mientras recibía un mar de incansables aplausos.

Luciendo unos pantalones anchos de color rosa, una colorida camisa estampada y un chaleco y un saco que le hacían juego, el intérprete tomó el escenario que este año ya ha visto pasar a Romeo Santos, Daddy Yankee, Maná y Chino & Nacho, entre otros.

Tanta emoción puso Bosé en escena que el público no paró de aplaudir hasta ver a su ídolo alzar las Antorchas de Plata y Oro. Sin embargo, aún querían más. La Quinta Vergara no dejó que el cantante se vaya sin conseguir también la ansiada Gaviota de Plata.

Ya bastante conmovido por el cariño de la gente, Miguel Bosé no pudo evitar las lágrimas al escuchar que también le entregarían la Gaviota de Oro, el máximo galardón que el público obsequia.

“Esto no pasa todos los días. No me esperaba esto. Esperaba venir a divertidos. Millones de gracias. Siempre estaremos aquí, pase lo que pase, Viña”, comentó.