Esta decisión fue tomada luego de que el tribunal donde se ventila el caso apartara al abogado de los demandantes por conflicto de intereses, señaló a Efe el letrado de la cantante.

La intérprete de “Boys will be boys” afronta una demanda por cerca de un millón de dólares interpuesta en noviembre de 2010 por CMG Entertainment, con sede en Miami, el Fondo Mixto de Cultura de Boyacá (Colombia) y la corporación cultural Viva La Música, por presunto incumplimiento de contrato, al no actuar en un concierto en la ciudad colombiana de Tunja (centro) en aquel año.

“El tribunal emitió una orden en la que se aparta del caso al abogado de los demandantes, Richard Wolfe, por conflicto de intereses”, confirmó el abogado de la artista, Omar Ortega, quien había presentado una moción solicitando esta medida.

En una conversación con Efe, Ortega explicó que el tribunal aceptó su petición porque Wolfe representa también a Felipe Restrepo Betancur, un exasistente que trabajó dos meses para la cantante mexicana y que ahora la acusa de agresión y maltrato verbal y le reclama al menos 250 mil dólares.

El juicio estaba previsto que comenzará el próximo lunes, pero el tribunal lo suspendió al aceptar la moción de la defensa de Rubio para que se recusara al abogado de los demandantes.

“La conducta de Wolfe como abogado fue impropia”, defendió Ortega, quien afirmó que a los demandantes, entre otros Carlos Gutiérrez, director de CMG Entertainment, solo les queda la posibilidad de cambiar de defensa o apelar la decisión del tribunal. EFE