El poeta de la salsa, Rubén Blades, hizo crecer su fama y “tumbao” levantando al público del Festival de Jazz de Vitoria. Sin duda, fue una noche mágica en la que el pianista Michel Camilo avivó el idilio entre el jazz y lo latino.

La noche comenzó cuando Michel Camilo posó sus dedos sobre el piano y golpeó las teclas con tanta naturalidad que parecía que estaba hecho para acariciarlas.

Llegadas las 8 y 40 de la noche, cuando el gurú de la salsa subió al escenario, miles de palmas lo recibieron calurosamente y respondieron con estruendo a cada guiño y broma del artista. “Vamos a tocar mucha música pero también muchas anécdotas”, anticipó.

No salió solo al escenario, ya que al otro lado del piano y bajo los focos, se encontraba el percusionista latino Giovanni Hidalgo, la revelación del concierto. El bajo de Charles Flores complementó este trío mágico, del que ha salido una premier de su nuevo disco, “Mano a mano”, un repertorio “fresco”, ocho de cuyas piezas las escribió Camilo en el frío mes de diciembre.

Su recital fue el antídoto contra la rutina. “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios, Pedro Navaja matón de esquina, quien a hierro mata a hierro termina…”, corearon los asistentes.

Cabe recordar que Rubén Blades regresa al Perú para ofrecer un concierto inolvidable junto a Luis Enrique y Carlos Vives. La cita es el 27 de agosto en el estadio de San Marcos. Las entradas están a la venta en Teleticket de Wong y Metro.