El bamboleo de caderas no se hizo esperar entre el público y los primeros acordes pusieron al gentío, conocido como el monstruo a bailar al son caribeño.

Sentado en un trono dorado, al igual que su particular micrófono, y emulando a un monarca, Romeo arengaba al “monstruo” y arremetía contra aquellos que van por la vida criticando.

“Dile al amor”, “Obsesión”, “You”, “Los infieles” y “Noche de sexo” fueron algunos de los éxitos que levantaron aplausos en la noche chilena y le valieron ser galardonado con los premios Antorcha de Plata, Antorcha de Oro, Gaviota de Plata y Gaviota de Oro.