El tenor español Plácido Domingo celebró este sábado su última actuación del año en Acapulco, con un recital para casi 20.000 personas, cuya recaudación irá destinada a recuperar las orquestas infantiles del estado mexicano de Guerrero y ayudar así a centenares de jóvenes en riesgo de exclusión.

“Uno de los momentos más hermosos fue dirigirlos y escucharlos cantar”, aseguró entusiasmado el tenor durante una rueda de prensa posterior al concierto, refiriéndose a los 320 jóvenes y niños que participaron en el recital, procedentes de la Orquesta Renacimiento.

Este grupo musical, creado el pasado 30 de julio con niños de “Ciudad Renacimiento”, una zona marginada de Acapulco, gracias a un programa para la formación musical de jóvenes con escasos recursos económicos, es uno de los que serán apoyados con lo recaudado.

“Creo que esto es algo maravilloso, les va a dar una fuerza cultural, una fuerza moral, una fuerza de lo que es la amistad, la colaboración de estar en grupo, y de tener una vida por delante”, agregó el artista, firme defensor de la formación musical para promover la integración y prevenir la exclusión social.

Durante algo más de dos horas y media, el cantante protagonizó un concierto a la orilla del mar repleto de sorpresas, en el que apareció al comienzo del espectáculo para dirigir la obra “Va Pensiero”, de Giussepe Verdi, interpretada por los jóvenes.

Vestido de traje blanco, estuvo acompañado por la Orquesta Filarmónica de Acapulco, el director Eugene Kohn y la soprano puertorriqueña Ana María Martínez, con quien protagonizó un baile espontáneo durante una de las obras que provocó los aplausos entusiastas de los asistentes.

Además, sorprendió la aparición de su hijo, Plácido Domingo Junior, quien deseó “feliz año por adelantado” al público y agradeció a su padre la “oportunidad” de estar en ese privilegiado escenario, donde cantó junto a su progenitor “What a wonderful world”, y, ya en solitario, el bolero “Sabor a mí”.

Para no decepcionar a sus seguidores en México, país al que el artista siempre consideró su segunda patria por haberse criado en él, se enfundó el traje de charro y con acompañamiento de mariachis entonó algunas de las canciones más populares del lugar como “María Bonita”, “Acuérdate de Acapulco” y “Ometepec”. EFE