Poco importó la larga espera, Lucybell ya estaba en el escenario del Mangos de Lince y comenzaba el idilio con sus seguidores peruanos, ese que perdura en 23 años de carrera.

Desde un inicio, Claudio Valenzuela nos hizo flotar, aunque sin caer, para envolvernos luego con “Luces no bélicas”.

“Muy buenas noches Lima. ¿Estamos listos?”, fueron las palabras de Cote Foncea, desde la batería.

El repertorio continuó con “Sálvame la vida”, “Caballos de histeria” y una fuerte inyección de energía con “Ave Fenix”.

Tal como lo comentaron días anteriores, Eduardo Cases anunció un show único, distinto al que ya nos tiene acostumbrados la banda. Temas como “Arrepentimiento”, “Me dejo tentar”, “Solo soy un adicto” entre otros grandes éxitos que rara vez se incluyen en los setlists, esta vez serían tocados para el deleite de los más fanáticos. “Es un regalo para todos ustedes”, agregó Foncea.

Si “Tu sangre” y “Carnaval” hicieron corear a todos, “Milagro” nos llevó al sentimiento más puro del amor. Con “Mataz”, se respiró sensualidad a plenitud y solo bastaba dejarse llevar y bailar.

Los chilenos continuaron con “Mil caminos”, “Ten paz” y “A perderse”, que hizo saltar a absolutamente todo el público.

Tras un ya conocido intento de despedida, la banda retornó con “Poderoso”, tema que lleva el mismo nombre del EP que promocionan tras el reencuentro con los seis integrantes originales de la banda.

“Viajar”, “Sembrando en el mar”, y otros grandes clásicos de Lucybell cerraron una gran noche, esa que miles de peruanos esperamos una vez al año para complacer a los oídos, al corazón y al alma.

Por: Giancarlos Torres. (@giancitotorres)