Lucho Quequezana ofreció uno de los conciertos más importantes de su carrera. Después de seis años, logró juntar a todos los músicos de ‘Sonidos Vivos’, el proyecto musical que creó en 2006 en Montreal.

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La llegada de músicos de países tan lejanos como Vietnam, Japón, Turquía, entre otros para tocar música peruana, despertó la curiosidad del público, quien abarrotó la Tribuna Norte del Estadio Nacional para asistir a uno de los conciertos más emocionantes del año.

Toda la banda subió al escenario alrededor de las 20:20 horas y lo primero que hizo Lucho fue presentar a cada uno de los músicos para mostrarle al público los instrumentos extranjeros que serían incorporados en el show.

Sonidos extraños como el Tang Bao de Vietnam, el Out de Turquía o el shakuhachi de Japón, empezaron a mezclarse con instrumentos peruanos para darle vida a las melodías creadas por Quequezana. El concierto duró dos horas, entre ritmos como el landó, huayno, festejo y saya puneña.

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Uno de los momentos más emotivos fue cuando Lucho invitó al escenario a Daniel La Torre, el ganador de un concurso que realizó en Facebook. La convocatoria era para cualquier persona que quisiera tocar en el Estadio esa noche y solo tendría que enviar un video con su performance. Daniel no tenía cajón pero envió un video donde tocaba el velador de su cuarto con mucha destreza y finalmente fue seleccionado. Al terminar su participación sobre el escenario del Estadio, Lucho le regaló su cajón para que pueda seguir en la música.

El fin de fiesta llegó al ritmo de la saya, ritmo que animó a los músicos de Sonidos Vivos a bailar. Las 7000 personas que llenaron la tribuna del nacional despidieron a la banda de pie.

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