Justo cuando su popularidad en redes ha disminuido a niveles preocupantes, Lady Gaga se ha vuelto protagonista de un juicio mediático con quien fuera su asistente personal, Jennifer O’Neill, quien la ha demandado por 350 mil euros por concepto de horas extras, luego de finalizar la gira mundial “Monster Ball”, durante 17 meses.

La diva es acusada de ser una “explotadora laboral” por su exasistente, quien asegura que Gaga le exigía estar “disponible” las 24 horas del día e, incluso, la obligaba a dormir con ella en la misma cama. Según O’Neill, la cantante le impedía comunicarse con su familia y, entre otras funciones, debía ser su “despertador personal”, pasarle las toallas en el baño y alistar su ropa.

Lady Gaga ha calificado esta demanda como una verdadera traición, ya que, asegura, Jennifer O’Neill siempre fue tratada alguien de la familia. “Este caso es mentira y lo sabes. Yo soy maravillosa con toda la gente que trabaja conmigo y tú eres un ser humano asqueroso por denunciarme así”, le reclamó en el juicio oral.

Según la cantante, O’Neill no tiene derecho a reclamar porque “dormía en sábanas de algodón egipcio cada noche, en hoteles de cinco estrellas, viajaba en avión privado, comía caviar, salía de fiesta y hasta pedía a las marcas que le mandaran vestidos y zapatos gratis o que le hicieran descuento sin pedirme permiso. ¿Y ahora me lo agradece de este modo?”.