El estado que presentaba la cantante Kesha antes de entrar en rehabilitación para tratar su anorexia y bulimia a principios de mes era tan grave, que los médicos estaban asombrados de que pudiera actuar sobre el escenario.

“He visto cómo han criticado y ridiculizado a mi hija por sus estilismos y su peso hasta el punto de que casi le lleva a la muerte. Los médicos me han dicho que sus niveles de presión arterial y sodio eran tan bajos, que nunca los habían visto excepto en gente que ha tenido ataques al corazón o derrames cerebrales. Dicen que ha sido un milagro que no haya caído muerta en el escenario”, desveló Pebe Sebert, madre de la cantante, a la revista People.

Según su madre, que también ha ingresado en la clínica Timberline Knolls junto a su hija para lidiar con el estrés provocado por la situación, Kesha había luchado contra sus problemas de peso desde el colegio, pero las cosas empeoraron cuando firmó con el productor Dr. Luke y su anterior representante, David Sonenberg, con 18 años.

“Una vez, durante una rueda de prensa, David Sonenberg gritó: ‘¡Necesitas perder peso! No me importa lo que hagas para conseguirlo. Toma drogas, no comas o métete los dedos en la garganta’. Kesha acabó llorando, incluso se le pasó por la cabeza el suicidio. Dr. Luke también se burlaba de su peso. Le decía cosas como: ‘¿Por qué no intentas correr?’. Ella lo intentó todo, pero no consiguió estar delgada lo suficientemente rápido, ahí es cuando se volvió bulímica”, explicó Pebe.

Sin embargo, Dr. Luke y David Sonenberg han negado rotundamente las acusaciones vertidas por la madre de la cantante.

“Es lamentable que en un momento como este, en el que Kesha está sufriendo tanto y tratando de recuperarse en un centro, su madre esté vertiendo estas declaraciones a los medios de comunicación. Le doy a Ke$ha todo mi apoyo y mis mejores deseos para una pronta recuperación”, declaró el productor estadounidense Dr. Luke.