Como si no fueron suficientes los escándalos que protagonizó en Sudamérica cuando hizo unos grafitis ilegales en Brasil, fue grabado dormido por una prostituta, terminó un recital antes de tiempo, al igual que en Argentina (donde fue filmado barriendo el escenario con la bandera de ese país), ahora hizo una de las suyas en Australia.

Como parte de lo que parece ser su nueva pasión, el ídolo pop cubrió una pared ubicada cerca del hotel donde se hospedaba en Brisbane, a donde viajó para dar un concierto.

De acuerdo con Daily Mail, esta travesura, que él compartió orgulloso en Instagram, en ese país puede llegar a ser penada hasta con 7 años de cárcel.

Tom Tate, el propio alcalde de la ciudad, se encargó de solicitar a Justin Bieber que se encargue de limpiar la pared.

“Sólo ven y límpialo y estaremos todos contentos contigo. Si no quieres limpiar, te ofrecemos una alternativa, ven a cantar villancicos por Navidad el próximo mes de diciembre durante una hora y te dejaré ir”, comentaba el propio alcalde para Nine Network.

Hasta el momento, el cantante no ha indicado si accederá a la solicitud.