Durante dos hora y media, Joaquín Sabina detuvo el tiempo para los 1.500 espectadores que abarrotaban el Teatro Nacional con bombines negros y camisetas del Atlético de Madrid y que se entregaron al cantautor de Jaén deleitados por su versión más íntima, sincera y personal sobre el escenario.

Hacía 3 años que el público peruano no veía a Joaquín Sabina en solitario y el músico jienense no defraudó a los que extrañaban verlo en toda su esencia, ya que interpretó el disco ’19 días y 500 noches’, el álbum más importante de su carrera, de manera íntegra para más tarde pasar a rememorar otros de sus grandes éxitos.

Fue solo una noche, pero valió por 500 para dejar de lado cualquier crisis gracias a la inagotable vitalidad y renovada madurez de Joaquín Sabina durante su concierto de apertura en Lima de su nueva gira ’500 noches para una crisis’, que le llevará a varios países de Latinoamérica en los próximos tres meses.