Cerca de mil personas, en su mayoría inmigrantes mexicanos, colmaron hoy la iglesia San Pío, en el barrio de Pilsen, en Chicago, en una misa de homenaje a la cantante Jenni Rivera, donde hubo canciones y ofrendas de rosas a la “Gran Señora”.

“Ella dijo en su último disco que somos joyas prestadas, y es verdad, somos joyas prestadas por Dios”, dijo el párroco Brendan Curran en la homilía.

El sacerdote dijo que la trágica muerte de la cantante en un accidente aéreo el pasado domingo en el norte de México “nos impone la necesidad de hacer una pausa para reconocer la fragilidad de la vida”.

El sacerdote dijo que “Jenni impactó a millones de personas que admiraban sus sueños y talento, así como la forma como superó los obstáculos que le impuso la vida, a pesar de la fama”.

“Muchos no la conocieron personalmente pero la escuchaban en el auto, en el trabajo, por eso le damos este tributo de fe”, agregó.

El sacerdote, que habló en español e inglés, bendijo un póster de la cantante que será enviado a su familia.

En el altar de la iglesia fue colocaba una fotografía de Jenni Rivera, junto a la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Amigos de la cantante, entre ellos integrantes de las bandas de Chicago Montez de Durango, Alacranes Musical y Alerta Cero, que compartieron escenario con ella, hablaron sobre su personalidad y recordaron anécdotas.

“Supimos cómo era dentro y fuera del escenario. Era una mujer que luchó contra la violencia doméstica”, dijo Omar Sánchez de Alacranes Musicales.

“En lugar de estar tristes, debemos estar felices porque siempre va a vivir en nuestro corazón”, señaló.

Integrantes de Alerta Cero fueron los encargados de recoger la limosma, y luego todos los músicos improvisaron una canción en honor de Jenni que el público, en llanto, acompañó batiendo palmas.

La misa fue transmitida en directo por la emisora latina “La Ley” de Chicago, que convocó la misa y a una vigilia para la “Diva de la banda”. EFE