Con veinte años de carrera, siete discos y consagrada como una de las bandas de rock más grandes del momento, Dave Grohl y Foo Fighters se lanzaron a recorrer EEUU de cabo a rabo para grabar Sonic Highways.

“Salimos del estudio y fuimos a diferentes sitios con resultados diferentes”, resume con sencillez Nate Mandel, bajista de Foo Fighters, sobre un proyecto ambicioso y destinado, de alguna manera, a capturar el alma musical de un país tan variopinto y complejo como EEUU, a través de un álbum y una serie documental para la HBO.

La gestación de “Sonic Highways” consistió en visitar ocho ciudades diferentes, conociendo a músicos de la zona y empapándose de la cultura local, para grabar las ocho canciones del disco.

Dave Grohl definió este insólito experimento como “una carta de amor a la historia de la música americana”. Chicago, Washington DC, Nashville, Austin, Los Ángeles, Nueva Orleans, Seattle y Nueva York fueron las ocho paradas de Foo Fighters, donde Dave Grohl escribía durante su estancia en cada lugar. Efe