Cuando en 2010, el periódico digital ABC.es publicó un informe llamado “Perú, cuna del punk”, a muchos se nos iluminaron los ojos por leer de una fuente europea que existía gente que aseguraba que ese movimiento de rebeldía, anarquismo, autogestión y actitud tenía raíces incas.

Sin duda alguna, la noticia fue tomada con algarabía en las redes sociales y muchos no dudaron en ponerle al “Punk” la Marca Perú. De esta forma, el popular “Efecto Bola de Nieve” llevó el mito por todas partes. Incluso, a toda banda que pisaba suelo peruano se le hacía la típica pregunta: “¿Has oído a Los Saicos?”.

Sin embargo, muchos de los que vivieron la época, salieron a agüarle la fiesta a todos aquellos que se jaraneaban con una definición suelta y algo incierta, pero fueron víctimas del bullying virtual y de la etiqueta de “antipatriotas”.

El músico Daniel F, líder de la banda peruana de rock subterráneo Leusemia, decidió explicar las razones de por qué Perú no es el país donde nació este movimiento y desbaratar los mitos de quienes él llama “lanzadores de bolas de nieve” en el libro “Por las olvidadas raíces del punk rock”, el cual se encuentra en la 18° Feria Internacional del Libro y su presentación colmó con creces las expectativas.

Tú nuevo libro busca romper el mito que dice que el punk nació en nuestro país. ¿Cómo fue el proceso de investigación y recopilación de datos?

Siempre hemos contado con muchas buenas bandas a través de toda nuestra desordenada historia del rock. Puedo mencionar a Los Saicos, Tarkus, el Polen, Laghonía, las bandas de Gerardo Manuel, Black Sugar, Pax… y todos los pujantes conjuntos actuales de rock. Pero esta calidad nunca se ha traducido, lamentablemente, en un reconocimiento a niveles internacionales. Ni siquiera a niveles latinoamericanos. Somos de las escenas de rock más ignoradas del mundo. Aquí es donde aparecen lo que yo llamo los “lanzadores de bolas de nieve”, los fabricantes de mentiras, los creadores de mitos. Mitos que nacen justamente a partir de esa poca o nula repercusión a nivel continental, mundial, de nuestros conjuntos de rock. Algunos mitos pueden ser muy simpáticos. Otros son totalmente descabezados. ¡Hay quienes luchan por hacernos creer que el Heavy Metal se inventó en el Perú! Que la Fusión es un ejercicio creado acá. Y varias idioteces más. Pero el último (mito) que apareció y se asentó con fuerza en nuestro país, fue el que, justamente, detonó mi decisión para escribir este libro: el mito que dice que en el Perú se inventó el Punk Rock. Ya fue el colmo. Fuimos pasto de todas las burlas de Latinoamérica y de Occidente medio. Entonces fue solo juntar la información más básica, empaquetarla y lanzarla a las vitrinas públicas. Para ello escarbo muy atrás en el tiempo y muestro una serie de enlaces y vínculos que van dándole sentido y cuerpo a lo que luego le llamarán Punk Rock. Están toda esta suerte de lazos con, por ejemplo, los primeros Hells Angels (que son de los 40’s), el Skiffle (de los 50’s e inicio de los 60’s), las drogas (que están acá desde siempre), los Mods, los Rockers, los Teddy Boys. Están los primeros rockanroleros que salieron de los moldes “correctos”, para escalar por vías bastante peligrosas. Está el origen de la palabrita “punk” se pierde en las centurias. Todo un historial, que más que historial, es como un prontuariado de una música que terminará por definir la historia.

Antes de escribir el libro, ¿qué comentarios recibiste sobre el proyecto? Imagino que a mucha gente no le debe gustar que este libro salga a la luz

Cierto. Mucha gente prefiere vivir en una mentira, en una amable burbujita de benevolencia, antes que enfrentar la verdad. Sé que los mitómanos lo hacen de puro cariño, de puro patriotismo. Pero no dejan de ser mitos, unas salvajes y mayúsculas burradas.

Hablas del caso Los Saicos en tu libro, ¿has podido conversar con ellos antes de publicar el libro? ¿Que comentarios te hicieron? ¿Están de acuerdo con que se desmienta el título que se les dio de creadores del punk?

Los primeros sorprendidos con el título nobiliario que les dieron, fueron ellos. Justamente el subtítulo del libro, sale por una frase de Erwin Flores (vocalista de los Saicos), frase que es parte de una entrevista (incluida en este libro) donde dice que todo este asunto de “Los Saicos son punks”, es solo “una humorada”, “una bola de nieve para convertir en leyenda a un artista”. Y suelta frases muy duras para con todo este tinglado absurdo de ubicar geográficamente al Perú como cuna de una corriente tan fundamental. La verdad ha sido el mito más patético y ridículo que se haya levantado en el Perú. Absurdo que fue defendido con uñas y dientes por un montón de babosos.

Cuéntanos de la presentación del libro en la FIL. ¿De cuanto es el primer tiraje? ¿Han hecho pedidos de otros países?

Esa ha sido la mejor respuesta a los desubicados que aún creen en el mito y auguraban un fracaso total. La presentación fue en la sala más grande de la Feria del Libro, la Cesar Vallejo (con capacidad para más de mil personas), que quedó super abarrotada. La Editorial (Kipuy Ediciones) llevó solo 800 libros, de los 2,000 que se hicieron. Se vendieron 726 en menos de 2 horas. El resto se lo pelearon la editorial Estruendomudo y un Stand llamado Amelie. Al día siguiente ya se estaban enviando los pedidos a provincia y al extranjero (principalmente México, Argentina y Chile), y ya están siendo ubicados muchos ejemplares en varios puntos de la capital. Así que el primer tiraje de 2,000 copias, nos ha quedado bastante chico. Estamos en conversaciones con editoriales de afuera, a ver si estas “Olvidadas Raíces…” son sembradas en otros terruños.

¿Cuál es tu percepción del movimiento rockero en la actualidad? ¿Crees que la desunión ha sido nuestro principal cáncer?

“La desunión” es ya una característica que nos ha distinguido por décadas. Ya es casi una broma entre nosotros. En nuestro país, pretender un circuito unido es como pretender que el viento deje de soplar. Por eso admiro mucho el tesón de gente como Wayo o el Chino Chávez, que aún enarbolan esas quijotescas banderas de la “unidad”. Pero la verdad, a pesar de ser el nuestro un circuito muy de solitarios francotiradores, llenos de miedosos y de fracasados que hablan (y lloran) en la sombra, yo veo un circuito rockero muy pujante, muy dinámico. Los últimos festivales han convocado miles de gentes que han tirado por tierra todos esos malos pronósticos acerca del rock local, y las bandas están tocando cada día mejor. Los chicos están saliendo de esos marasmos ridículos que ven de generaciones anteriores, y tratan de concentrarse en lo esencial: la música, su trabajo, su identidad, su futuro… y no andar lamentándose porque “nadie los apoya” o porque “no me ponen en radio”.

Ya hemos hablado de la radio y su divorcio con las bandas peruanas. Pero ahora que ya existe un proyecto de ley, muy criticado por cierto ¿crees que se llegará a buen puerto?

La verdad, esas cosas no me importan. Eso de tener que “obligar” a un programador radial a que ponga mis canciones “porque soy peruano y porque tengo ese derecho”, me parece una estupidez. A mi me daría mucha vergüenza que una emisora me programe, solo porque “así lo manda la ley”. No es mi preocupación, pero si algún día sueno en la radio, espero que sea por la calidad de alguna canción que yo escriba, no porque “una ley” los obligue. Los chantajes no son mi arma predilecta, hermanito.

Para todos los que quieran conseguir el libro. ¿Dónde lo pueden comprar

Este libro, como lo pongo en la introducción, No es una “historia del punk”, y tampoco ahonda en la parte filosófica, ni espiritual o el grado de trascendencia cultural que tuvo y tiene el punk rock. Eso ya lo hice en otro escrito titulado “Los Sumergidos Pasos del Amor” (del año 2000). Esto es solo la eliminación de un mito. Es solo un poco de información básica, y mostrar cómo trabaja un mitómano, un “lanzador de bolas de nieve”, dentro del rock nacional y a qué se debe su terca y porfiada obstinación por inventar cojudeces. Los puntos más conocidos para conseguir este modesto trabajo, están en Galerías Brasil (Moving Sound, Nacho Pop), librerías “El Virrey”, “Contracultura” y en el Centro Comercial Cantuarias (Miraflores), en las tiendas “Lapsus Linguae” y “El City-O”. También se puede pedir para que te los envíen a tu casa, vivas donde vivas (provincia o extranjero), escribiendo a la editorial. ¡Ah! También lo puedes conseguir en los conciertos.

Por: Robinson Reyna (@rob_core en Twitter)