Lógicamente, condensar en 10 canciones de toda una vida escuchando música, es una tarea que al final se torna no sólo imposible, sino en injusta. En mi caso han quedado afuera varias filigranas invaluables, como algunas cosas de Rod Stewart, Cat Stevens, Led Zeppeln, Bob Dylan, Luis Alberto Spinetta, Fernando Ubiergo… Pero sólo me pidieron 10, así que ahí están.
Atom Heart Mother – Pink Floyd
Desde ya, esta es la canción de mi vida. Con ella me inicio en ese interminable viajar que significa la música con actitud progresiva. Una enorme suite que la escuché cuando tenía 10 años y quedé totalmente maravillado. Siempre lo he dicho: cuando vengan los marcianos, tenemos que darle este disco, así se darán cuenta que la raza humana también es capaz de producir cosas muy bellas.
A Song For Europe – Roxy Music
Bryan Ferry, Manzanera, McKay y Co., dándole de patadas a los convencionalismos y las modas de ese entonces, para entregarnos esta hermosa pieza donde la soledad y las nostalgias hacen su espera junto a una taza de café. ¡Simplemente inmortal!
And You And I – Yes
Lo progresivo siempre fue mal visto por un sector de la crítica musical. Peor aún en el caso de Yes, a quienes nunca se les perdonó nada. Ni siquiera bellezas innegables como esta, una historia de amor que nos traslada a las estratosferas, ubicándonos en los límites mismos de la locura. Una obra de arte por dónde se le mire.
In Held ‘Twas In I – Procol Harum
Otra suite de 20 minutos junto a una orquesta sinfónica y coros, que sobrepasa cualquier intento racional por hallar los hilos correctos entre las madejas del desquicio. Procol Harum, banda británica del 67, luego de distanciarse de éxitos como “Con su blanca palidez” (otra joya maravillosa), se volcó por lo sinfónico y lo prospectivo, haciendo discos que están condenados a ser escuchados hasta el fin de los días.
God Save The Queen – Sex Pistols
La vi y escuché por primera vez a finales de los 70’s, en un especial de televisión sobre el “nuevo fenómeno del punk rock”, y quedé totalmente seducido y enternecido a la vez. Esto me empujó a seguir en la búsqueda de más especímenes de esta saga ruidosa que le vino a cambiar la cara al mundo.
Tumbling Down – Steve Harley & Cockney Rebel
“Es difícil cuando uno baja la guardia ante los buitres / Ahora yo estoy como una tortura que arde / como un caramelo de menta devorado”. Irrefutables los Cockney Rebel, que en plena época del glam rock setentero supieron deslizar perlas tan brillantes como el Psychomodo o esta, “Tumbling Down”, condenadas a ser inmortales.
Refugees – Van der Graaf Generator
Si quieres cortarte las venas o hacer penitencia, esta es tu canción. Hermoso corte que nos cuenta la historia de Mike y Susie, buscando algún refugio entre las cuevas del oeste y entre la indiferencia del mundo.
Racing In The Street – Bruce Springsteen
Siempre fue de mis favoritos. Bruce representó siempre la honestidad, la poesía urbana, el discurso pasional. Fue presentado por su casa disquera como “el nuevo Dylan”, cosa asquerosa, por cierto, ya que Bruce tenía otra propuesta, otras “promesas”… “Darknes on the Edge of Town” fue (y será) uno de mis discos favoritos. Lo compré en la fenecida tienda Héctor Roca del centro de Lima, en una barata donde te llevabas 3 por el precio de uno… Yo me llevé 3, pero de lo mismo. Ahí está esta presea inestimable.
Judy Is Punk – The Ramones
Eran los días donde el mundo comenzaba a girar en sentidos indistintos. Los muchachos del Bronx, que comenzaron a tocar en 1974, al fin editaban sus primeros discos en 1976. “Judy es una punk” representaba ese cambio de orientación y el nacimiento de nuevos paradigmas. Un meteorito de 2 minutos que desencadenaría la muerte de los dinosaurios.
Tom Traubert’s Blues – Tom Waits
Cuando me invitaron a un programa de televisión, les dije que iría con la condición que pongan algunos videos que yo tenía en casa. “De acuerdo”, me dijeron. Les llevé una banda de Doom Metal (Paradise Lost) y esta canción de Tom Waits. Luego de aquello, decenas de amigos comenzaron a bombardearme preguntando por este nativo de California, dueño de una expresividad y una voz muy singulares, cuya poesía, hermosa y pasional, viene a cubrir esos faltantes líricos que muchas veces tiene el rock.
Por Daniel F / @DANIEL_F_PERU