La presentación conjunta de brasileños y franceses, que en la edición del Rock in Río de 2011 fue promovida como una alternativa experimental, ganó cara profesional en la edición de este año del festival de Río de Janeiro, al punto que fue aprovechada para la grabación de un DVD que será lanzado por ambos grupos.

El éxito alcanzado por la inédita combinación hace dos años en uno de los palcos secundarios del Rock in Río obligó a los organizadores a repetirlo este año pero ya en el palco principal y como apertura de una jornada de heavy metal que compartieron con mitos como Metallica y Alice in Chains.

Las guitarras de los brasileños vestidos de negro se fundieron de forma armónica con los tambores metálicos de los cerca de veinte integrantes de Tambours du Bronx sin camisa en el escenario.

“El experimento era un riesgo en 2011 porque no sabíamos lo que iba a ocurrir y nunca nos habíamos presentado juntos. Pero para este año ensayamos mucho y funcionó muy bien”, afirmó Andreas Kisser, líder de Sepultura, la banda más representativa del metal brasileño.

Según Kisser, pese a las culturas, los estilos y las lenguas diferentes, “nos conocemos muy bien y tenemos una química especial”.

Tras el espectáculo de fuegos de artificio que inauguró el Rock in Río de este jueves, los tambores de los franceses hicieron literalmente temblar en la Ciudad del Rock al ritmo de “Kaiomas”.

“Finalmente el día del metal llegó”, anunció Kisser para los 85.000 asistentes a la jornada de este noche.

El público ya estaba saltando con las músicas de Spectrum y Refuse antes de que Kisser pidiera que lo hicieran con el puño cerrado y el brazo en alto.

“Es para mostrar que Brasil no está durmiendo”, aseguró el músico al hacer referencia a las protestas por mejores servicios públicos de junio pasado que sacudieron cientos de ciudades brasileñas.

El punto alto de los tambores franceses se produjo con Delirius, que los dos grupos ya habían interpretado juntos en 2011. EFE