Su expresión no fue de felicidad, pues en la década de los 90’ todavía teníamos el problema del terrorismo y muchos periodistas perdieron la vida, como fue el caso de los colegas que fueron en busca de la noticia hasta Ucchurajay, Ayacucho, y nunca regresaron.

Por eso la canción de “Las torres” de Los Nosequién y los Nosecuantos, refleja esa terrible época que sufrió el Perú y todos los peruanos, me incluyó porque fui testigo de ese suceso de horror y violencia.

Segundo paso, a qué centro de estudios iré. Entonces me inscribí en la Academia ADUNI, muy conocida en ese tiempo, para un anual y un repaso (seguro que me entenderán aquellos que pasaron por sus aulas).

Lastimosamente no pude ingresar a la Universidad San Marcos, pero mi hermana mayor me dijo, con el fin de hacerme sentir mejor, que tenía buenas referencias de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate (en ese entonces todavía no era universidad, y solo tenía categoría universitaria). Acto seguido, postulé e ingresé.

“La universidad”, del grupo peruano Rio, me recuerda mi etapa universitaria donde aprendí buenas cosas y también otras (jajaja).

Yo feliz de estudiar mi carrera y con ganas de realizar mis primera práctica; sin embargo, siempre encontraba o me cruzaba con “roba sueños”. “Como periodista, te vas a morir de hambre”, “no hay chamba”, “te pagan una miseria”… no sé cuántas veces he escuchado eso.

“El baile de los que sobran”, de Los Prisioneros, banda chilena que marcó a toda a una generación con sus canciones, me trae a la mente a esas personas a quienes no les hice caso, pues mi objetivo estaba claro y no permitiría que nada ni nadie me diga lo contrario.

“A palabras necias, oídos sordos”, me dije y seguí mi camino. Hasta que conseguí mis primeras prácticas que no fueron remuneradas (la experiencia es lo que cuenta). Luego entré a la desaparecida CPN Radio, donde me enseñaron cómo se debe ejercer el “periodismo del bueno”, gracias a los buenos colegas y maestros que tuve, a quienes siempre estaré agradecida.

Pero como todo trabajo, tienes días buenos y malos. Y para mitigar esos días de estrés, nos íbamos a bailar y tomar. “La guitarra”, de los Auténticos Decadentes, me trae recuerdos porque salían en grupo a bailar, saltar y cantar a todo pulmón: “No quiero trabajar, no quiero…” (jajaja).

Han pasado ya 14 años y el periodismo me dado grandes satisfacciones, pero también me ha puesto situaciones difíciles. He llorado y sufrido en cada comisión o cobertura, pero no hay nada mejor que sentirse bien al haber conseguido lo planeado y que los demás, sin que tú lo esperes, lo reconozcan.

Aunque suene a cliché para ser periodista lo debes tener en la sangre, pues no imagino un periodista que no viva la noticia, materia prima de su día a día. Finalmente, a aquellos que intentaron desanimarme en mis inicios, les digo que todo esfuerzo y sacrificio fue y está siendo recompensando hasta el día de hoy, pues lo hice “A mi manera” como diría María Martha Serra Lima.

Por: Los 90 y mis recuerdos