El festival Acustirock, realizado en el Estadio San Marcos, nuevamente dejó en claro que el rock nacional evoluciona y se mantiene vigente. No en vano este festival, que reúne a lo más meritorio del circuito local, ya va por su cuarta edición y cada vez se suman más auspiciadores.

¡Mira aquí las fotos del concierto!

Con un nivel de producción aceptable, en comparación con otros festival de rock peruano, la Tribuna Norte del Estadio San Marcos fue el escenario para que catorce grupos y solistas hicieran saltar a fans y nuevos oyentes con lo mejor de sus repertorios.

El abrasador sol, clásico de estas temporadas, no fue impedimento para que miles de personas estuvieran desde las 14:00 horas para ver a las primeras bandas, que se encargarían de calentar motores.

Argonautas fue el grupo encargado de abril el festival durante veinte intensos minutos. La banda hizo lo suyo, y aunque el público recién comenzaba a llegar, arrancó con mucha vitalidad el show. Seguidamente, y en un horario criticado por muchos, el legendario Miki Gonzáles apareció para dejar de lado la electrónica y presentar su repertorio lleno de canciones que lo hicieron famoso en los 80’s como “Akundún” o “Lola”.

Cuando el calor superaba los límites más intensos, la banda Bocanegra saltó a escena para calentar aún más la tarde, con la compañía de la actriz porno española Sofía Prada quien realizó un show no apto para cardíacos y que alteró las hormonas de los presentes.

Un breve descanso, en el que la gente ya formaba colas para comprar cerveza por el ambiente estival, sirvió para dar una vuelta por el local y ver que además de música el festival ofrecía puestos de venta de polos y CD’s de las bandas que tocarían ese día.

ADOLESCENTES OCHENTEROS

El sonido se ajustó para que, cerca de las 17:00 horas, Río subiera a escena con sus casi 30 años de carrera a cuestas. La banda revivió los ochentas en San Marcos, ante un público que en su mayoría ni había nacido en esa época. “Lo peor de todo”, “Todo estaba bien”, “Carol quiere un viaje a Londres”, “Contéstame”, entre otros clásicos, eran coreadas por veinteañeros extasiados de vivir el furor del rock peruano.

Dejando la nostalgia de lado, la tarde dio paso a una banda mucho más actual, y que por su proyección sigue dando qué hablar: Emergency Blanket salió a escena con lo mejor de sus tres placas, poniendo la cuota de hard rock al festival, además de un solo de batería de Jeremy Castillo y terminando, como ya es costumbre, con el vocalista Paco Holguín “buceando” encima del público.

VIEJA ESCUELA

La tarde comenzaba a hacerse noche y un grito masivo daba la bienvenida a Salim Vera y lo que queda de Libido. La banda causó sorpresa porque todo su setlist estuvo conformado por las canciones más guitarreras de sus tres primeros discos, dejando los temas actuales, las rarezas y las canciones nuevas para otro momento, dándole al público lo que quería escuchar. Muy bien hecho.

Luego del alto voltaje de Libido, tocó el turno de Carlos Compson, recordado por ser vocalista de la banda Zopilotes y que le bajó un poco las revoluciones al show.

De inmediato, un temeroso joven con su guitarra y un verbo de lo más espontáneo salió a escena a ganarse el cariño de la gente: No Recomendable subió a escena como preámbulo de lo que sería la presentación de Leuzemia, pero antes de eso, cantó a dúo con Daniel F el himno antitaurino “Toribio”.

Y como ya se presagiaba, la banda liderada por Daniel F y Raúl ‘Montaña’ se atrincheró en el escenario para subirle la adrenalina al show con una presentación “dinámica”, por lo que el vocalista de la banda recomendó “guardar bien billeteras y celulares”. El performance de Leuzemia incluyó canciones como “No hay futuro”, “Astalculo”, “El asesino de la ilusión”, “Al colegio no voy más”, armando los característicos pogos, pero fue en “Demolición” que toda la cancha del Estadio San Marcos se volvió una batalla campal multiplicada por tres, con tres rondas distintas donde los golpes y empujones fueron protagonistas.

El turno llegó para “Autobus” que con un tibio recibimiento intento mantener la energía del pogo de Leuzemia, pero el público ya empezaba a experimentar desgaste y aprovechó su participación para descansar, comprar cervezas o choripanes.

Pasadas las 10 de la noche, Dolores Delirio se acomodaba los instrumentos para hacer volar a Lima con el mejor repertorio de sus más de 20 años de carrera. Los liderados por Ricardo Brenneisen hicieron lo suyo con temas como “Carmen”, “Timidez”, “Locura”, “Ultramar azul”, entre otras. Finalmente, el cantante del grupo le mandó un cariñoso saludo a sus detractores: “La gente se pregunta por qué nosotros tocábamos a las 10:30 pm. ¡Porque lo merecemos pues, huevón!”.

El último bloque de la noche llegó con ‘Pelo’ Madueño quien dijo aborrecer el pasado y evitó tocar grandes clásicos de su carrera solista o de La Liga del Sueño. De esta forma, el músico peruano interpretó repertorio de su último disco “Nivel Nacional”, así como algunas canciones exigidas por el respetable, cerrando con la coreadísima ‘Mala Sangre’.

NO A LA REVOCATORIA

Bordeando la medianoche, Mar de Copas hacía su ingreso recibido por un animado coro de público que aún permanecía ahí, esperándolos a pesar del largo tramo de bandas que pasaron desde la tarde. Ya el cansancio poco importaba. La banda no sólo tocó sus clásicos hartamente conocidos como “Mujer noche”, “Ramera”, “Entre los árboles”, sino que aprovechó para presentar un par de temas de su próximo disco “Lados B”. “Suna” cerró el repertorio y el vocalista ‘Wicho’ García no se fue del escenario sin antes lanzar un mensaje contra la revocatoria a Susana Villarán.

Cerca de la 1:30 de la mañana, la última banda de la noche saltó al escenario con una descarga perfecta de rock n’ roll y blues. Amén era la banda que cerraba el show y el público, aún vivo, los esperaba con los brazos abiertos para despedir una noche de rock nacional.

La marca Acustirock ha empezado a consolidarse y si bien es una buena exposición a bandas nuevas, tampoco se puede pasar por alto la similitud del cartel con el año pasado. ¿No hay más bandas? Aunque estos festivales demuestran que el público sigue vivo para mantener la escena rockera, las radios siguen sin hacer nada al no programar música de bandas peruanas. Debió ser la razón por la que todos los grupos se sorprendieron por el auspicio de una conocida radio a nivel nacional. Pero fuera de quejas, guardamos la esperanza de que más de este tipo de producciones se sumen. Hay trabajo por hacer.

Por: Robinson Reyna (@rob_core en Twitter)