¿Qué necesitas?

Una rodaja de piña o ananás.

Una cucharadita de canela en polvo.

Una cucharadita de azúcar rubia (morena).

Siete hojas de menta.

Una vela verde flotante (Simboliza renacimiento, rebrote).

Una vela amarilla flotante (Simboliza empuje. El color amarillo está relacionado con la mayor fuente de vida: el Sol).

Un plato blanco.

¿Qué hacer?

Este ritual lo comenzarás un día sábado al medio día. Coloca la rodaja de piña (ananá) en el plato, esparce alrededor el azúcar, la canela y la menta finamente trozada. La vela verde irá al lado derecho del plato y la amarilla al izquierdo. Procura conseguir velas flotantes porque éstas tienen que consumirse. Al día siguiente (domingo), apenas te despiertes, degusta la piña frotándola suavemente en la canela, azúcar y menta. Se culmina este ritual el día domingo por estar asociado con el Sol. El azúcar morena y la canela llaman a la buena suerte. La canela tiene la propiedad esotérica de ahuyentar las malas vibraciones. La piña proporciona esplendor y buena suerte.

Fuente: Arcanos.