Se Necesita:

*Tres carbones

*Una bolsa de plástico

Desde tiempo inmemorial el carbón se utiliza para cortar hechizos. Los conocedores en la materia aseguran que, este vegetal funciona como imán que absorbe las malas vibraciones. Esta sencilla fórmula. Consiste en colocar un pedazo de carbón sobre el buró de su cama. Déjelo toda la noche y a la mañana siguiente deposítelo en la bolsa de plástico, arrójelo por una ventana que dé a la calle y afirme:

“Este carbón me limpió la mala suerte y así como lo arrojé a la calle así saldrá para siempre lo malo de mi vida”.

Es importante efectuar esta operación durante tres días seguidos. Una vez que recoja el carbón no lo toque con la mano porque equivaldría a regresar las malas energías a su persona. Por eso se debe envolver en una bolsa de plástico.