La mayoría de humanos siente un gran placer al escuchar música. Muchas veces nuestro estado de ánimo clasifica que tipo de música deseamos escuchar en momentos o situaciones determinadas. te da este consejo.

Esta científicamente comprobado que la música influye en nuestro cuerpo como un desfogue de ciertos sentimientos y emociones que en ocasiones ocultamos por vergüenza o temor.

En muchos casos, escuchar música, puede ser hasta curativa en procesos de recuperación del cuerpo físico, mental y espiritual.

Por ejemplo se ha comprobado que escuchar música triste nos puede activar la hormona prolactina que no solo está asociada con el embarazo y la lactancia, sino que también se libera cuando estamos tristes y al tener este desfogue nos ayuda a sentirnos mejor anímicamente.

Así que estando tristes y nos negamos a escuchar canciones melancólicas es muy probable que luego de no hacerlo nos sintamos peor que al principio. Lo triste atrae la tristeza, pero al tener la opción de liberar la hormona es muy probable que nos sintamos mejor.

También existe en los amantes de la música esa emoción que muchos llaman “Escalofrío Musical”, el cual se determina cuando de pronto se escucha una pieza y el cuerpo reacciona estremeciéndose de forma placentera, esta reacción libera la hormona llamada dopamina, la cual es aquella que sentimos cuando se hace el amor o se tiene el placer de comer bien.

Lo beneficioso de liberar la dopamina es que activa un comportamiento de placer en el ser humano haciéndolo sentir mejor y activando sus niveles de memoria, aprendizaje y de disfrutar mejor la vida.

Escuchar música placentera nos ayuda a liberar, según sea el caso, estas beneficiosas hormonas para el bienestar de nuestra vida emocional. La música suele ser adictiva pero crea un proceso de adicción beneficioso, pues libera estas dos hormonas que son beneficiosas para nuestra formación y consolidación como personas haciéndonos más sensibles y aumentando nuestro poder predictivo y sensibilizando las emociones.

Oír música es terapéutico, incluso en aquellos momentos que no estamos bien anímicamente, nos beneficia al liberarnos de nuestro dolor. Pero escuchar nuestra música favorita crea beneficios en tu lado inteligente-emocional haciéndote más empático ante los demás y causándote altos grados de placer.