El siguiente ritual cubrirá el lugar con un manto que lo protegerá de robos y accidentes naturales o domésticos.

¿Qué necesitas?

Un balde lleno de agua salada

Una rama de ruda

Una cáscara de limón

Aceite de oliva

El agua salada, si se obtiene del mar, mucho mejor. En caso de no tener acceso a este ingrediente, servirá un balde con agua y dos puñados de sal marina.

Ritual

Echar la rama de ruda y la cáscar de limón al agua salada. Echar un chorro de aceite de oliva al agua salada.

Dejarlo reposar una noche entera, desde que se ponga el Sol hasta que vuelva a salir, fuera de la casa, a la luz de la Luna.

Utilizar ese agua para fregar toda la casa, insistiendo particularmente en las esquinas y donde haya puertas o ventanas.

Recitar en cada habitación la oración.

La ruda y el limón son excelentes protectores, al igual que el olivo, capaz de cerrar la entrada al hogar a cualquier fuerza negativa. Este rito es especial para ser efectuado cuando las cosas empiezan a ir mal sin que haya para ello ninguna explicación.

Oración

Por el poder de la ruda y del olivo

Y el auxilio de santa Catalina de Siena, San Luis Gonzaga y san Pascual Bailón,

Que esta casa quede libre de todo mal

Y protegida de cualquier influencia negativa.

Duración del ritual

Es mejor realizar esta ceremonia al comienzo de la Luna llena para aprovechar las indiscutibles cualidades de su luz. La protección del hogar se mantendrá durante seis meses. El ritual se puede renovar, cambiando la rama de ruda, pasado ese período o de forma anual, de manera que la protección siempre esté activa.

Fuente: Consultorio Esotérico.