Este hechizo utiliza la fuerza cautivante de las flores para embellecer y para hacernos aún más fascinantes.

¿Qué necesitas?

- 3 flores aromáticas que más te gusten (podría ser lavanda, rosas, etc).

- Un jarrón y un cuenco de agua mediano.

¿Qué hacer?

Tomar una ducha tonificante bien temprano un día viernes y luego debes disponer los elementos para hacer el hechizo en un lugar tranquilo y sin interrupciones.

Si es posible, que los primeros rayos del sol te iluminen. Siéntate con el cuenco del agua delante de ti y más allá las flores en el jarrón. Observa que puedas ver tu reflejo en el agua. Después toma una sola flor y acaricia tu cuello y tu cara con sus pétalos. Deja que la magia de las flores ilumine tu espíritu, deja que su olor y vibración se grabe en tu interior.

Cierra los ojos con suavidad y recita en voz alta: “Oh Venus divina, concédeme tu gran encanto”. Luego, abre los ojos y realiza una fuerte inspiración mientras la energía de la flor alcanza tu corazón y tu alma. Sujeta entonces la flor sobre tu cabeza y recita en voz alta siete veces: “Salgo al encuentro del amanecer místico. La gracia y belleza se encuentran en mí y Venus lo quiere así.”

Realiza los mismos pasos con las otras dos flores. Por último, mirando hacia el cuenco, di en voz alta: “El hechizo queda finalizado, oh Venus poderosa”. Conserva las flores en su jarrón en un sitio reservado, donde sólo tú lo puedas ver.

Cuando las flores ya estén marchitas, deposítelas en un sitio de la naturaleza, si es posible en un lugar que tenga agua como un río, un estanque o en el mar.

Fuente: Consultorio Esotérico.