1. Preparar nuestra mente para valor y aceptar los sueños

La primera acción que debemos efectuar para recordar los sueños (lo cual es sumamente importante para la correcta interpretación de sueños), es preguntarnos, si realmente estamos motivados por comprenderlos, si valoramos su contenido y sus imágenes y si estamos dispuestos a descubrir el mensaje que nos tratan de trasmitir

2. Evocar los sucesos significativos ocurridos durante el día antes de ir a dormir

En la medida que aceptemos, sin miedos, los sueños y comprendamos el gran valor que tienen, podemos proseguir a la siguiente etapa la cual consiste en evocar, cada noche, antes de dormir, aquellos hechos que han sobresalido durante el día, ya sea un encuentro inesperado o incidentes fuera de lo habitual como por ejemplo, una llamada telefónica o la llegada de una carta con una noticia de carácter especial.

3. Utilizar el poder de la sugestión

Luego de recordar los hechos más significativos del día,debemos programar nuestra mente y repetir varias veces, a la hora de dormir, que deseamos recordar nuestros sueños a la mañana siguiente. Con este paso estamos ayudando a nuestro inconsciente a evocar mejor los sueños.

4. Recurrir a la relajación y otras técnicas

Existen muchas técnicas de relajación que se podrían utilizar. Sin embargo, recomendamos, después de evocar los sucesos importantes del día y de repetirnos con convicción, pero, a la vez, con tranquilidad que queremos recordar nuestros sueños, lo siguiente:

Acuéstese con las piernas y brazos extendidos junto al cuerpo y trate de que sus músculos estén libres de tensión.

- Cierra lentamente sus ojos y comience a respirar de forma rítmica y profunda por la nariz.

- Trate de poner su mente en blanco e imagine que su cuerpo flota por el aire, como una pluma y que está siendo invadido por una energía revitalizadora.

- Continúe respirando rítmicamente (por la nariz).

- Si prefiere, puede imaginar una escena placen­tera (una playa, una montaña, etc.) o puede pensar en un objeto determinado con características agradables (como el perfume favorito).

- Relaje sus músculos y luego dale tensión.

- Ahora concéntrese en relajar los músculos del cuello y los faciales Para ello, debe morder fuerte­mente para que los músculos que rodean la mandíbula tengan tensión y luego relaje esa área. Repita esta acción varias veces.

- Cuando ha relajado todo su cuerpo, imagine que flota en el aire. Este estado proporciona som­nolencia oportunidad que tendrá usted para sugerir temas a su inconsciente. Inclusive, aquellas personas con alguna creencia religiosa en particular pueden también solicitar ayuda en este objetivo.

Fuente: Consultorio Esotérico.