Cualquier disco duro externo con 256 GB o más de tamaño e interfaz USB 3.0 será suficiente. En la unidad se podrá almacenar todo tipo de contenidos, pero especialmente juegos completos y los datos de la cuenta de Xbox Live; la idea es darle portabilidad a los jugadores en el caso que quieran llevar el contenido a otra consola, para lo cual solo habrá que validarse ya sea iniciando sesión o teniendo el disco del juego original.

Los juegos, además, podrán correr directamente desde la unidad externa y no habrá que andar copiando archivos de un lado a otro.

“El gran beneficio está en evitar volver a descargar los juegos o el contenido”, se puede leer en el centro de noticias de Xbox, “y además se podrán copiar juegos completos y todo el DLC asociado en un solo paso”.

Otras características de la actualización incluyen el uso de los nombres reales, nuevas funcionalidades de la aplicación de SmartGlass que ahora permitirán llevar toda la “guía de programación” a una segunda pantalla, entre otras novedades.

Fuente: Niubie.com