Eso se veía reflejado en el precio de venta de la entonces naciente consola de Sony (USD $599), como también en las perdidas sufridas por Sony con cada consola vendida.

La empresa japonesa no recorrerá el mismo camino. En recientes declaraciones el CEO de Sony Computer Entertainment, Andrew House, reconoció que esperan perder dinero con cada PlayStation 4 vendida, sin caer en los gigantescos margenes de perdida generados por su plataforma anterior.

“No generaremos nada parecido a las perdidas que tuvimos con la PlayStation 3”, mencionó House, refiriéndose a las perdidas sufridas por el gigante japonés en 2007 y 2008, las que totalizaron la ‘leve’ cifra de USD $3.5 mil millones. Otros ejecutivos mencionaron que la inversión realizada en la creación y producción de la PS4 fueron bastante inferiores a los puestos en la PS3.

La situación financiera del Japón, donde el yen está con tendencia a la baja, no ayuda al escenario. La mayoría de las consolas de Sony son fabricadas en China, mientras otros crecientes mercados se han integrado paulatinamente, como Brasil, India o Rusia.

Entonces Sony ve perdidas en su futuro, todo en pro de crear una buena base instalada; sufrir ahora para ganar después. Luego de perder semejante cantidad de dinero hace unos años, no aprender de esa lección sería un pecado de proporciones.