Menos de un año ha durado la aventura en Microsoft de Adam Orth, ex director creativo de la extinta LucasArts (donde supervisó el desarrollo de Kinect Star Wars, entre otros) y veterano de PopCap o Sony. Según Game Informer, Orth habría dimitido tras una reciente polémica en Twitter, en la que defendia que la próxima consola de Microsoft requiriese una conexión permanente a Internet. El problema no estaba sólo en la defensa de un requisito bastante impopular entre los jugadores, sino en el tono: Orth se reía de “los que viven en el pasado” y menospreciaba las ciudades de Estados Unidos sin buena conexión, con un “por qué querría yo vivir en un sitio así”.

El segundo problema es que Orth hizo todos estos comentarios en una conversación con otro desarrollador, Manveer Heir de Bioware (Mass Effect), con ambos declarando que se trataba de un intercambio jocoso, habitual entre ellos. Sin embargo, la presión de los jugadores en redes sociales y la popular Reddit llevó a Microsoft a emitir un comunicado en el que pedían “disculpas por el comportamiento inadecuado de uno de nuestros empleados”.

O, si las fuentes de Game Informer aciertan, ex empleado. No han sido pocos los desarrolladores que han defendido públicamente a Orth, desde su ex jefe David Jaffe (God of War) hasta Clint Hocking, compañero suyo en LucasArts y hoy empleado de Valve. Hocking ha resumido muy bien el sentimiento de los defensores de Orth: “este tipo de mierdas lo único que consiguen es que los desarrolladores sólo seamos voceros del mensaje único de las compañías”.

Por: Javi Sánchez