Hace un mes atrás, los directores de Capcom quisieron renovar un mecanismo de defensa que impedía que la compañía y sus acciones fueran adquiridas por cualquiera que llegara con el suficiente dinero. Hoy, los accionistas votaron en contra de esa medida, por lo que esta ha sido levantada.

¿Qué significa esto en la práctica? Básicamente, Capcom ahora podría ser adquirida sin problemas por quien ponga el suficiente dinero sobre la mesa, en lo que sería una masiva venta de acciones.

Según explican en Gamasutra, estas medidas de defensa son comunes en compañías grandes; de esta forma, se mantiene un núcleo de accionistas y dueños y no hay grandes cambios en cuanto a la alta dirección. Dentro de Capcom, el sistema comenzó a aplicarse en 2008; desde hoy, ya no va más.

En estricto rigor, esto podría terminar siendo nada; si no hay quien se interese en Capcom, las cosas seguirán como hasta ahora. Sin embargo, Capcom y sus marcas propias son demasiado atractivas como para que alguien no empiece a olfatear y preguntar por ahí.