Por alguna astronómica razón, cada 18 años, el satélite que conocemos como ‘Luna’ se acerca más a la tierra, motivo por el cual muchos curiosos tuvieron el placer de verla la pasada noche del sábado, un poco más grande.

En cambio, otros prefirieron pasar la velada en un concurrido local de cumbia donde resaltó la presencia de Tula Rodríguez, quien brilló sobre el escenario como ella sola sabe hacerlo. Para sus fans Tula no se veía grande como la Luna sino gigantesca como el sol.

Era casi la media noche y el respetable no paraba de corear efusivamente las mejores canciones de la agrupación Kaliente de Iquitos, quienes celebraban su doceavo aniversario. Pero eso al público no le bastaba, pues ellos querían más y necesitaban sentirse cerca de la llamada ‘reina del pueblo’.

El reloj marcaba la 1.am. cuando la diva de piel canela y labios color carmesí subió a la tarima de ‘* El Huaralino*’, la que nunca dejó de ser suya, por más que hayan proclamado a otras féminas como ‘reinas de papel’, ese era su lugar, esa era su gente, ese era su público; el mismo que no paró de gritar su nombre.

La bella morocha no quiso perder el tiempo, y menos el aplauso del afanado respetable, así que deslizando su sexy figura sobre el escenario y con sus sensuales movimientos de caderas elevó la temperatura de la noche al máximo, haciendo vibrar a sus fans al ritmo de la ‘Tacachera’, dejando al público sin aliento y con ganas de más.

Tula no tuvo la necesidad de mostrar alguna minúscula ropa interior, sino su solo carisma y simpatía la que la consagraron como la verdadera reina de la cumbia en los corazones de todos sus fieles seguidores.

Richard Tsukamoto