Aunque siempre se ha destacado por su carisma y por la actitud descarada que despliega sobre el escenario, Robbie Williams reconoce que en realidad nunca disfrutó de la confianza en sí mismo que se necesita para triunfar en el mundo de la música.

El popular cantante británico atribuye su éxito a su larga carrera profesional, a la facilidad que tiene para enmascarar las emociones y “aparentar” quien no es, una fuente de fortaleza que ahora ha sustituido con el apoyo incondicional que recibe de su adorada familia.

“Durante toda mi trayectoria musical, solía fingir que era un tipo duro, confiado y con la autoestima por las nubes, pero en realidad me sentía totalmente diferente. Siempre he sido una persona con muchas inseguridades y que nunca creyó realmente que tuviera talento para hacerse un hueco en una industria tan competitiva. Pero traté de suplir esa falta de seguridad con mi capacidad para aparentar quien no soy, y así construí una personalidad artística que me ha ayudado mucho en estos años. Pero ahora no necesito eso, toda la fuerza y el ímpetu de mis actuaciones en directo proviene del amor que me da mi familia. Mi mujer y mi hija me hacen sentir invencible”, reveló en el programa especial In Demand, que se emitió recientemente en varias emisoras de la radio británica.

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