La primera obra para bebés de 6 a 36 meses llega a su fin luego de dos años en escena y una exitosa temporada en el Teatro La Plaza. marcó un hito en experiencia de teatro para los más pequeños de la casa, donde los bebés no solo forman parte de la puesta en escena interactuando con los actores, los objetos y lo que va sucediendo en el escenario, sino que desarrollan su capacidad de asombro, reaccionando a estímulos sensoriales, colores y luz.

La obra implicó un gran desafío para los actores por encontrar la combinación perfecta en las sensaciones, simpleza en el movimiento y cautivar a los pequeños espectadores a través de la música, a cargo de , con instrumentos no convencionales como copas, silbatos, entre otros elementos creativos.

“Luego de casi dos años de increíbles aventuras y descubrir cómo crear una conexión con bebés, termina nuestra querida obra. Tanto el elenco y el equipo de producción aprendimos lo importante que es incentivar la cultura desde una edad tan temprana. Estoy agradecida a la Plaza por creer en esta nueva fórmula teatral totalmente innovadora y este año vendremos con mucho más”, sostuvo Els Vandell, directora creativa del La Plaza Joven.

Para continuar con la producción de obras para bebés pequeños e integrar a los padres en la experiencia de compartir, descubrir y aprender con sus hijos, La Plaza Joven presentará “Cuando llueve” a partir de abril.

La temporada de Plop y Wiwi llega a su fin este domingo 05 de marzo en el Teatro La Plaza ubicado en Larcomar. Las funciones se realizan los sábados y domingos a las 11 am y 12 pm. Las entradas están a la venta en Teleticket de Wong y Metro, y en la boletería del teatro. Para reservas se puede llamar al call center de La Plaza Joven: 505-0550.

SINOPSIS

La obra relata el día en que el bebé Plop () se despierta de una siesta y se encuentra con la pequeña Wiwi (), su hermanita, que acaba de llegar a su casa con una maletita llena de sorpresas. Plop se extraña al verla, ¿vendrá desde otro planeta?

Plop le da la bienvenida y empiezan a jugar escuchando a campanas que cantan, aprendiendo a subir traviesos peldaños para no tenerle miedo a las alturas y conociendo el universo de cada uno mediante la música que los conecta y le llega directamente al corazón.