Vivimos siempre alertas de no ser devorados por el mundo que nos rodea, cada vez más agresivo, intolerante, en una era tecnológica en donde los sentimientos son dejados de lado. Pero hay una lucha de la que no podemos escapar, la de los sentimientos, miedos, frustraciones, sueños y metas que quieren hacerse realidad, en resumen conflictos internos que son tan difíciles de exteriorizar. No obstante, algunos pocos son capaces de hacerlo con gran maestría y vibrantes resultados, como es el caso de Rafael Lanfranco y Alonso S. Gastelumendi, artistas co-fundadores del estudio de ilustración 4D2, quienes mostrarán en la galería Indigo la forma en la que a través de su obra han plasmado sus universos personales.

La muestra en conjunto que va desde el jueves 20 de octubre, nos permitirá darle un revelador vistazo a sus más recientes creaciones: “El Imaginario de Yute y Tocuyo”, autoría de Rafael, y “The World of Null” y ciudades de “Legacy”, de Alonso.

Con “El Imaquinario de Yute y Tocuyo”, cuadros y esculturas realizados a partir de materiales reciclados, Rafael Lanfranco expondrá la historia de dos personajes, en los cuales fácilmente nos podremos identificar con alguno de ellos en mayor proporción o con ambos en igual medida: Yute, de cabeza grande y frente amplia, pensador, arquitecto, filósofo, quien piensa en palabras y fórmulas; y Tocuyo, el hacedor de manos grandes y brazos fuertes, mecánico, piloto de pruebas. Este dúo de robots steampunk que se encuentra construyendo maquinas incesantemente, se embarcan en un viaje de autodescubrimiento, donde deberán echar mano de todo su ingenio para afrontar los retos que se crucen en su camino, incluso Emotibombs, pequeños detonantes que pueden cambiar el rumbo de la travesía.

Para Rafael la muestra es una metáfora del viaje personal que emprendió hace 20 años para encontrar una vocación. Un proceso de transformación paulatino, lento y aun en marcha, que lo ha llevado a ser abogado, investigador, administrador, empresario, periodista, y ahora artista. El “Imaquinario” se nutre de los pedazos de su memoria, reciclando y reconstruyéndose con metal, madera y cartón, de la misma manera que todo tipo de influencias le dieron forma a la vida que el artista vive ahora.

En su parte de la muestra, Alonso S. Gastelumendi nos abre las puertas a un par de mundos que representan para él una forma de desahogo, luego de hallarse inmerso en una etapa de vacío total, creativo, emocional e inclusive intelectual. Cada mundo es creado utilizando un estilo diferente pero que comparte una misma técnica: la tinta. Esta variación le otorga a Alonso múltiples herramientas y la posibilidad de explorar a sus anchas, justamente en una etapa donde la depresión, timidez y agorafobia de su vida personal están siendo dejadas atrás.

“The World of Null” nos trae un personaje tierno pero determinado, luchando por encontrar las herramientas adecuadas para enfrentar al mundo exterior y no morir en el intento. Refleja todos aquellos temores e inseguridades que nos rodean pero que tenemos que vencer para lograr nuestras metas. En ciudades de “Legacy” nos encontramos con espacios sin personajes, paisajes como salidos de videojuegos, pues el deseo de Alonso que el espectador no se enfoque en las situaciones ya establecidas, sino en la posibilidad de crear las propias a partir de estos lugares desolados e imposibles y las inexorables preguntas que pueden venir a la mente, interrogantes como ¿de dónde vienen? ¿Quiénes habitan estos espacios? ¿Cómo se hicieron?

Sumérgete en estos espacios y personajes increíbles y date un viaje a tu mundo interior.