En su camerino y a punto de terminar con su maquillaje, Mónica Torres abre el coazón a Peru.com lejos de la ruda y a la vez frágil ‘Lucifer’ de “Al fondo hay sitio”. Ni la cárcel, ni los desplantes de ‘Miguel Ignacio’ (Sergio Galliani) quitan la alegría a este personaje, que ya se robó el corazón de los televidentes.

“Lucifer tuvo un cambio junto con el personaje de Francesca. Ambas hemos mutado luego de salir de la cárcel, ella dándome la mano agradeciéndome por el apoyo en su momento más difícil y yo retribuyendo esa ayuda dejando los malos hábitos. Ya no robo celulares (risas)”, contó Torres a este portal.

CORAZÓN AGRIDULCE

“Lucifer aún no está muy consciente de que le han roto el corazón. Ella se siente ganadora. Sus sentimientos son sinceros, aunque a veces no sepa expresarlos de modo adecuado, por eso se vuelve ruda y autoritaria. Hay un juego entre ella y ‘Nachito’, quién domina y quién es el dominado, eso en la pantalla resulta gracioso. En la oficina mandas tú, pero en la calle mando yo”, añade la actriz, agradecida por el regalo de este personaje de múltiples rostros.

CON EL DIABLO DENTRO

Asimismo, Mónica Torres no niega que lleva a ‘Lucifer’ dentro de ellas. Como todo ser humano, su demonio interno aflora también en el amor. “Todo tiene su momento, debo reconocer que hay momentos en los que me gusta que me dominen y otros en los que me gusta dominar. Cuando se me sale ‘Lucifer’, es bien hardcore. Digamos que todas esas pequeñas cositas puedo ubicarlas en la realidad. A veces soy algo mandona, pero también me gusta ‘agachar el moño’, como dicen por ahí”, revela.

METAL, MI AMOR

Finalmente, Mónica Torres niega que sea el tipo de mujer que entrega el corazón con facilidad. “Siempre cuide mucho el corazón, sabía que estaba en peligro de que lo rompan, por eso siempre tuve mucha cabeza fría en las relaciones. Nunca fui la típica gordita romanticona que sale en Carrusel con su sandwich y suspirando por todos lados. A mí dame el sandwich, el suspiro déjalo aparte. Mientras mis amigas escuchaban baladas corta-venas, yo prefería el metal y el rock alternativo. Incluso con mi esposo, tuvo que pasar bastante tiempo hasta que yo me enamore y diga ‘¿qué sucedió?, estoy fregada’”, concluyó con el abrazo que solo da una mujer que irradia amor por todos los ángulos.

Por: Álvaro Rondón (@alvaro_maniac)

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