El irreverente escritor confesó en su cuenta de Facebook que acude a ver a los doctores porque siente placer de ser tocado por ellos. Asimismo, se refirió a los galenos como mercenarios que buscan sacarle dinero. “¿Cómo podría preocuparles, si acaban de conocerme y soy un extraño que yace gozoso a la espera de sus manos?”, sostuvo.

“Lo que más me gusta de ir a ver a los doctores que elijo al azar (…) es que me obliguen a desvestirme y a tenderme en una camilla y que procedan a tocarme, palparme y estrujarme y que hundan sus dedos en mis carnes flácidas. Me gusta pagarles a esos viejos embusteros entre ochenta y ciento cincuenta dólares para que me desvistan y me toquen donde se les antoje. En cierto modo siento que se prostituyen para mí o que me prostituyo para ellos”, expresó Bayly en la red social.

Pese a la insistencia de sus médicos porque se medique adecuadamente o porque se opere, Jaime Bayly afirmó que ve a sus cuidadores como gente hambrienta de dinero.

“Lo que en verdad les preocupa es que les pague en efectivo, y a ser posible antes de la consulta. Porque la diferencia entre un novelista y un médico es que ambos mienten, sólo que el médico se viste de blanco para mentir”, citó el periodista.