Los actores Nikki Reed y Jackson Rathbone, que interpretan a los vampiros Rosalie y Jasper Hale-Cullen en la versión cinematográfica de Crepúsculo , desfilaron por la alfombra roja del VI Festival Internacional de Cine de Roma para presentar “Amanecer (Parte I)”, cuarto filme de la saga fantástica.

Los dos intérpretes, aclamados por una multitud de jóvenes que se desplazaron este domingo al Auditorio romano en busca de un autógrafo, confesaron en rueda de prensa que el éxito alcanzado con sus películas ha cambiado las relaciones entre los actores protagonistas.

UNA FAMILIA

“Las cosas han cambiado mucho desde que iniciamos el primer episodio. Entonces éramos un grupo de chavales, la mayoría actores desconocidos, que estábamos muy unidos y que creamos una familia cuando viajamos a Portland. Después, con el éxito de las películas, todo ha cambiado”, explicó Reed.

La actriz, que debutó a los catorce años como protagonista de la cinta independiente “13”, afirmó también que después de la primera película llegaron los guardaespaldas a los rodajes y reconoció que “el amor de los seguidores por Robert Pattinson (Edward) y Kristen Stewart (Bella) hizo todo más difícil”.

“Ya no tenemos tanta facilidad para quedar, y está claro que las cosas, desde el inicio, han cambiado mucho. Pero no estoy diciendo que lo hayan hecho a peor, solo que son diferentes. Y creo que es normal”, añadió la joven de 22 años, que llegó a la capital italiana con un vestido negro muy ceñido.

Rathbone, por su parte, señaló que “obviamente” el protagonismo recae en Pattinson y Kristen porque los libros y las películas se centran en la historia de amor entre Edward y Bella, a los que definió como “una especie de Romeo y Julieta del momento”.