Doce mil extras, una impecable producción y efectos especiales que constituyeron un verdadero adelanto para la época (1956) son solo algunos de los secretos de la película protagonizada por Charlton Heston, “Los diez mandamientos”, que hasta el día de hoy continúa sorprendiendo a los amantes del cine.

Algo que pocos sabían era que Heston fue elegido para el papel de ‘Moisés’ por su increíble parecido con la estatua del personaje bíblico que está en la Iglesia de San Pedro de Roma.

El truco para lograr la escena en la que el Mar Rojo se parte en dos para guiar al pueblo de Moisés lejos de la tiranía del Faraón fue un verdadero misterio para la época. Incluso, más de uno consideraba la escena como un verdadero milagro.

El misterio es revelado: 300 mil galones intervinieron en la secuencia para llenar un tanque de agua. Al poner las imágenes hacia atrás, se creaba esta ilusión en una época en la que los efectos digitales no existían. El tanque de agua también contaba con caídas laterales para dar el efecto de un muro.