Antonio Banderas se trasladó a su natal Málaga sin su esposa Melanie Griffith ni sus hijos para vivir íntimamente las celebraciones de Semana Santa en la tierra que lo vio nacer.

El actor no solo compartió con sus seguidores, sino que formó parte de las procesiones malagueñas en medio de un mar de fieles y, por supuesto, de fotógrafos que esperaban captar al ilustre visitante.

“Lo más bonito de la Semana Santa es que todavía es muy imperfecta y hay muchas cosas por hacer, lo que permite tener un campo de actuación muy grande y un futuro enorme”, dijo Banderas a EFE.

Banderas no solo acompañó en su recorrido a María Santísima de Lágrimas y Favores, sino que se hizo presente en la procesión de Crucifixión y la de Pollinica junto a la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza.

Próximamente, Antonio Banderas dará ida al pintor Pablo Picasso en la cinta “33 días”, bajo la dirección de Carlos Saura.