Sandra Bullock admite que las primeras jornadas del rodaje de “Gravedad” supusieron para ella un auténtico infierno y, sobre todo, le presentaron un reto físico tan complicado, que no sabía si sería capaz de superarlo con éxito. Tanto es así, que la popular actriz no dudó en quejarse al director de los constantes dolores de espalda que sufría al terminar el día.

“Me siento muy agradecida por haber participado en esta película, pero la verdad es que al principio salía del rodaje muy cansada y con esa sensación de frustración que te invade cuando crees que no estás a la altura. Algunas escenas requerían un nivel de habilidad física que yo no tenía, y al final del día me acababa quejando a Alfonso de las situaciones tan complicadas en las que me colocaba. Recuerdo que terminaba el día con un fuerte dolor de espalda que me ponía de muy mal humor”, explicó la oscarizada intérprete a la revista HELLO!

La actriz reconoce que su estado de ánimo se fue hundiendo progresivamente hasta que se dio cuenta de que sólo necesitaba paciencia y tesón para cumplir con sus objetivos, un cambio de perspectiva que le insufló toda la confianza que necesitaba para exprimir al máximo sus capacidades físicas y ajustarse así a las instrucciones del cineasta mexicano.