La afición de Paul Walker por los autos iba más allá de su papel en la saga cinematográfica “Rápidos y Furiosos”, ya que el intérprete atesoraba una amplia colección de coches de marcas tan conocidas como BMW, Audi, Porsche y Ford Mustang; potentes vehículos que ahora se han puesto a la venta, según publica el portal de noticias TMZ.

La organización “Always Evolving’, destinada a la promoción del automovilismo profesional en California y fundada por el desaparecido artista, está tratando de que la venta de los espectaculares deportivos no se vea asociada en ningún momento al nombre de Paul Walker.

Desgraciadamente, fue su pasión por la velocidad la que acabó llevándose la vida de Paul Walker, que falleció el pasado 30 de noviembre junto a su amigo Roger Rodas cuando el Porsche Carrera GT en el que viajaban se estrelló contra un árbol y terminó envuelto en llamas.

Según el dictamen del médico forense, la única razón que pudo provocar el trágico acontecimiento fue el exceso de velocidad al que circulaban, ya que no se encontró ningún fallo mecánico durante la revisión del coche siniestrado.

Más allá de sus adorados automóviles, el patrimonio de la estrella pertenece legalmente a su hija Meadow (15), la única beneficiaria de una fortuna valorada en 25 millones de dólares, aunque el padre del actor será el encargado de gestionar todos sus bienes y el que supervisará el uso que la joven haga de la herencia.

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