Tras haber ganado el Oscar y haber vuelto a su asiento en uno de los balcones del teatro, Kristina Reed comenzó a hacer aviones de papel y a lanzarlos hacia el escenario.

Al igual que ocurre en el corto animado en el que ha trabajado, todas las chicas del equipo plantaron unos besos sobre los aviones antes de lanzarlos.

A los guardias de seguridad no les hizo ninguna gracia, por lo que la echaron del recinto temporalmente.

“Los aviones de papel quedaban lejos del escenario, y en vez de eso simplemente caían boca abajo desde el balcón. Pasaron inadvertidos por la multitud, pero los vigilantes de seguridad no pensaron que fuese un acto dulce, y la echaron del auditorio Dolby Theater”, indica THR.