Durante la primera hora de la gala, el actor Neil Patrick Harris bajó a la platea, charló con actores y trató de aliviar los momentos más pesados entre un premio y otro con esfuerzo y algunos buenos chistes.

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Pese a seguir un guión, Harris soltó algunos “puntazos” que, aunque lejos de la mordacidad de Ricky Gervais en los Globos de Oro, provocaron más de una carcajada entre los asistentes.

En otro momento soltó esta broma: “No tendría pelotas para ponerme ese vestido”. Esto sucedió después de que la ganadora al corto documental recordara a los veteranos que se suicidan al volver al Estados Unidos.

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Uno de los grandes momentos fue su parodia de Birdman. El actor va corriendo por el backstage hasta quedarse en calzoncillos y saltando hasta al escenario tras reprochar a Miles Teller un “No es mi tempo”. Risas por doquier en el primer gran momento de la noche.

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