La ministra francesa de Cultura, Aurélie Filippetti, consideró este lunes “triste” la actitud del actor Gérard Depardieu, que quiere renunciar a la nacionalidad francesa por una polémica sobre el incremento de los impuestos y a quien se le ha concedido la rusa.

“Los grandes artistas no son siempre ejemplares en su comportamiento, pero hay que juzgarlo por sus obras”, declaró Filippetti, en una entrevista a la emisora de radio “Europe 1”, en referencia al caso de Depardieu, del que en cualquier caso subrayó que “es una gran personalidad que ha marcado la historia del cine francés”, pero también caracterizada por “sus excesos”.

Reiteró que el actor forma parte del “patrimonio cinematográfico” francés, aunque sobre su aparición junto al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que le ha concedido la nacionalidad rusa, y su vestimenta con un traje tradicional de la región rusa de Mordovia, señaló: “las imágenes hablan por sí mismas”.

“Esas imágenes son tristes”, dijo la titular francesa de Cultura, que ante la hipótesis de que Mordovia nombre a Depardieu ministro de Cultura, respondió que “todo el mundo está harto de este folletín (…), los franceses están hartos, quieren que se hable de sus problemas”.

El origen de la polémica es la política fiscal del Gobierno francés de izquierdas de aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos que ganen más de un millón de euros (1.302.509 dólares) al año, para aplicar una gravación de hasta el 75 %.

El actor trasladó a finales de año su residencia fiscal a un pequeño pueblo belga cerca de la frontera francesa para eludir los impuestos de su país de origen.