La actriz Lindsay Lohan evitó la cárcel a cambio de pasar 3 meses encerrada en un centro de rehabilitación como condena por incumplir su libertad condicional tras mentir a la policía en un accidente de tránsito que tuvo en junio de 2012.

Lohan, de 26 años, aceptó finalmente el acuerdo propuesto por la fiscalía angelina y renunció a defenderse de los cargos para evitar una sentencia de 180 días de prisión que entrará en vigor si la que fuera estrella infantil de Disney no cumple con la pena a rajatabla.

Además de la rehabilitación, la artista tendrá que someterse a 18 meses de terapia psicológica y 30 días de servicios comunitarios.

Lohan fue denunciada en noviembre por las autoridades en Los Ángeles por mentir, obstruir el trabajo policial y conducción temeraria en relación con una colisión ocurrida en junio cuando iba en su Porsche rumbo a un rodaje.

El deportivo de la actriz chocó contra un camión y ella negó que estuviera al volante, algo que para los agentes quedó demostrado.

La protagonista de “Mean Girls” y “Freaky Friday” se encontraba en libertad condicional por un delito de hurto en una joyería en 2011 y, al aceptar el acuerdo con la fiscalía reconoció implícitamente que incumplió lo establecido para seguir en la calle.

El alcohol y sus problemas al volante son un denominador común en las andanzas de la actriz que en 2005, cuando aún era menor de edad, ya asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos y admitía ser bulímica y consumir drogas.

EFE

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